El tamaño del universo es enormemente grande y se extiende más allá de lo que podemos imaginar. Se estima que el universo observable tiene un diámetro de aproximadamente 93 mil millones de años luz. Esto significa que la luz tardaría unos 93 mil millones de años en viajar de un extremo del universo observable al otro.
Sin embargo, hay una gran cantidad de universo que no podemos observar, lo que se conoce como el universo no observable. Este universo no observable incluye regiones que se alejan de nosotros a velocidades superiores a la velocidad de la luz debido a la expansión acelerada del universo.
Además, se cree que el universo es infinito en tamaño, lo que significa que no tiene un límite o un borde. A pesar de esto, la porción observable del universo es limitada por la distancia a la que la luz ha podido viajar desde el Big Bang, que es la teoría científica actualmente aceptada para explicar el origen del universo.